“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falte, conforme a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús.” (Fil. 4:19)
Como misioneros, vivimos por fe, creyendo que Dios suplirá todas nuestras necesidades, mayormente por medio de la generosidad de Su pueblo. En julio el alquiler mensual de nuestra casa acá fue pagado gracias a la generosidad de un amigo en Pittsburgh. La renta de agosto fue cubierta por una iglesia amiga de Honduras.
Cuando salimos en nuestro viaje de licencia (furlough), a finales de mayo, pensamos que podríamos comprar los boletos aéreos vendiendo nuestro carro, pero no logramos venderlo. Así que un tarjetazo y una oración en pleno vuelo… “Señor, ¡necesitamos cinco mil dólares para pagar por estos boletos de avión!” Dos semanas después, una dulce ancianita (angel disfrazado) se nos acercó un domingo, luego de que predicó Roberto en una iglesia en Canadá, y nos dijo que quería enviarnos una donación, preguntando cómo sería el procedimiento. Para nuestra sorpresa, ¡su ofrenda fue la respuesta celestial cabal a nuestra petición!
Este mes de agosto, aparte de todas las cuentas habituales, nuestro desafío incluye la matrícula del colegio de David, uniformes, útiles, etc. En septiembre, ¡debemos buscar varios ofrendantes para cubrir los gastos de viaje de Roberto a Sudáfrica! Sí, oyeron bien. A Roberto lo invitaron a trabajar como intérprete simultáneo en el Congreso Mundial de Evangelización, auspiciado por el Comité de Lausana, a realizarse en octubre en Ciudad del Cabo, África del Sur. Los organizadores cubrirán los gastos de dos semanas de hotel y alimentación, pero le piden a todos los obreros colaboradores (conferencistas, intérpretes y asistentes de logística) que cubran sus propios gastos de viaje. Una vez más, confiaremos que Dios nos suplirá lo necesario a través de su pueblo. Este evento es muy estratégico y de enorme trascendencia para el futuro de la Iglesia y el avance del Reino de Dios. Roberto dice: “Será un enorme privilegio, y el regalo de Dios para mis 50 años, poder servir de facilitador con mis dones, al lado de consiervos líderes de todas partes del mundo. Quiero ayudar a hacer una diferencia allí, ser instrumento de bendición y ser grandemente bendecido.”
Desde que nos mudamos a Honduras, una de nuestras metas era crear una biblioteca infantil interactiva para después de clases. Luego de cuatro años y medio, ¡al fin el proyecto se está tornando en realidad! Este mes un grupo de expertos ebanistas vinieron desde California para construir gabinetes, libreros, una plataforma y un mostrador para nuestro futuro centro infantil, el cual funcionará muy cerca de la comunidad de Rivera Hernández. Está ubicado dentro de un edificio que fue una fábrica, y que está siendo tranformado en un centro de capacitación vocacional. Allí se impartirán clases de belleza, inglés, computación, panadería, soldadura y ebanistería, todo con el propósito de facilitarle a muchos la consecución de un buen empleo o de iniciar su propio negocio. Esta biblioteca será un lugar seguro para que los niños de la zona reciban ayuda con sus tareas escolares, disfruten de un libro o un juego educativo y aprendan de la Palabra de Dios, mientras sus madres trabajan en las fábricas. Esperamos poder inaugurar dicho centro infantil en octubre o noviembre de este año. Mientras tanto, estaremos recaudando los fondos, libros y juegos necesarios para arrancar con este programa.
Muchísimas gracias a todos los que nos apoyan para que nuestro servicio a Dios en Honduras sea una realidad. Si deseas unirte a nuestro equipo de apoyo, ya sea con una donación única o en forma mensual, por favor escríbenos al correo: grego.menezes@gmail.com o llámanos por skype a: gregosinhonduras
Fechas especiales: Julianna cumplió diez años el 6 de septiembre y Roberto llegará al medio siglo de vida el 10 de septiembre.
Regocijándonos por Su bondad
Roberto, Roxana, David y Julianna
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